Una Luz en la Oscuridad: La Historia de una Familia Perseguida por su Fe

Esta fotografía fue el día que se bautizaron en Turquía.

Un Encuentro con la Luz

Él, un joven sirio que huye de la guerra y la opresión en su país, desertó del ejército para buscar refugio en Turquí­a. Ella, una madre argelina que salió de su paí­s en busca de un futuro mejor para sus cuatro hijos, llego a Turquía dejando temporalmente a sus pequeños al cuidado de sus abuelos.

En Turquía, sus caminos se cruzaron. Se conocieron, se enamoraron y contrajeron matrimonio bajo la fe islámica en una mezquita. Todo parecí­a estable dentro del contexto de su cultura y religión, pero Dios tení­a otros planes para sus vidas.

Un día, él recibió un libro en una de las calles de Turquía. No sabía leer en turco, así que lo guardó. Más adelante, cuando aprendió el idioma, lo abrió  y descubrió que era una Biblia. El primer pasaje que leyó decía: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida (Juan 8:12). Ese mensaje no solo tocó su corazón , sino que coincidió con algo aún más impactante: tanto él como su esposa comenzaron a tener sueños con un hombre lleno de luz que les decí­a esas mismas palabras.

Intrigados, comenzaron a buscar respuestas y llegaron a una iglesia evangélica en Turquía. Ahí fueron discipulados, aprendieron acerca de la fe cristiana, confesaron públicamente a Jesucristo como su Señor y Salvador, y fueron bautizados. Desde entonces, comenzaron a caminar en la luz de Cristo, compartiendo su fe y desarrollando su vida cristiana con la iglesia local.

El Precio de Seguir a Cristo

La alegría­ de su nueva vida en Cristo pronto se vio empañada por la persecución. A ella, las autoridades turcas le negaron la documentación para permanecer legalmente en el país, y en una redada policial fue deportada a Argelia. Regresó al hogar de su padre en busca de sus hijos, pero cuando la descubrió que había abrazado la fe cristiana, la golpeó y la expulsó de la casa junto con sus hijos.

Ahora, vive sola en Argelia con sus cuatro pequeños, enfrentando enormes necesidades. El rechazo social, la falta de recursos y el constante peligro de ser descubierta como cristiana hacen que su situación sea desesperante.

Por su parte, él sigue en Turquí­a, trabajando largas horas en condiciones difíciles. Su ingreso no solo le permite sobrevivir en un paí­s hostil, sino que también envía dinero para que su esposa pueda alimentar y cuidar a sus hijos en Argelia. Además, sostiene económicamente a su madre, que aún vive en Siria. A pesar de todo, su fe permanece inquebrantable, y son un testimonio vivo de la perseverancia en Cristo en medio de la persecución.

Contexto Legal: Perseguidos por Ley y Sociedad

El sufrimiento de esta familia no es solo social, sino también legal.

Argelia:

El artículo 144 bis del Código Penal castiga con multas y hasta cinco años de prisión a quien realice actos que puedan perturbar la fe de un musulmán. Además, la Ley 06-03 regula estrictamente la practica de religiones no musulmanas, lo que hace que las iglesias evangélicas no registradas sean consideradas ilegales. Esto convierte a los cristianos en objetivos de las autoridades y de la sociedad.

Turquia:

Aunque Turquí­a tiene una Constitución que protege la libertad religiosa, la realidad es diferente. Los convertidos al cristianismo enfrentan discriminación , exclusión social y obstáculos legales. Las iglesias evangelicas no son reconocidas oficialmente, y las leyes contra la insultación de la religión pueden ser usadas contra los cristianos.

Siria:

En Siria, la conversión al cristianismo puede ser castigada severamente bajo las leyes de la sharía en regiones controladas por extremistas. La apostasía es vista como una traición a la fe islámica y puede tener consecuencias fatales.

Una Llamada a la Iglesia

Esta familia no solo necesita nuestras oraciones, sino también nuestro apoyo. La Escritura nos recuerda:

Si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él (1 Corintios 12:26). También se nos insta a actuar con compasión: Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón , ¿Como mora el amor de Dios en él? (1 Juan 3:17).

Como ministerio e iglesia tenemos el privilegio y la responsabilidad de ser el cuerpo de Cristo para ellos. Podemos sostenerles en oración, pedir al Señor por que abra puertas para la reunificación familiar, y también  contribuir económicamente para cubrir sus necesidades básicas, su seguridad y su estabilidad.

Cómo Puedes Ayudar:

- Ora por ellos. Pide a Dios que les fortalezca, les guíe y les proteja.

- Comparte su historia. Haz que otros conozcan la realidad de los cristianos perseguidos.

- Considera colaborar para ayudarles a cubrir sus necesidades. Como hermanos en la fe, somos llamados a ser parte de sus vidas en lo espiritual y lo práctico.

Esta familia está viviendo las palabras de Jesús: En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo (Juan 16:33). Que su fe nos inspire a seguir adelante en la misión de sostener a quienes sufren por Su nombre.